Los deportes son necesarios para garantizar el buen desarrollo de los niños, y el yoga no es la excepción, además, aporta una gran variedad de beneficios.
El yoga es un deporte en el cual no existe competencia, los peques no sienten la premura que hay en otras actividades, lo que les permite disfrutar un momento de relajación, por eso, no dudes en incluir a tus hijos en esta exquisita práctica.
Beneficios del yoga en los niños
El yoga es un ejercicio que aporta muchos beneficios a los niños.
- Ayuda a mejorar su postura, lo que es perfecto, ya que se encuentra en una etapa de crecimiento.
- Aprenden a respirar mejor, todo su cuerpo se oxigenará de manera óptima.
- Aporta calma, ayudando a disminuir los niveles de estrés en los peques.
- Favorece la concentración, porque en esta práctica se trabaja el cuerpo y la mente.
Cuando tu hijo comience a practicar yoga vas a percibir los cambios. Además es perfecto para todos los niños, incluso aquellos con necesidades especiales.
La importancia de la respiración
La respiración es un elemento clave en la práctica del yoga. Cuando el niño logra tener control sobre ella, comienza a sentir en el cuerpo un efecto relajante, porque la ansiedad y el estrés comienzan a desaparecer.
Aparte, al aumentar la capacidad pulmonar, todo el cuerpo recibe mejor el oxígeno, en especial el cerebro, por lo que mejora la capacidad de atención y otras funciones cognitivas.
Controlar la respiración puede ser un poco difícil al principio, existen muchas técnicas de respiración, pero hoy vamos a hacer referencia a 3 de ellas, el globo, la abeja y exhalar en 6 segundos, las cuales se pueden apreciar en el siguiente vídeo.
Las mejores posturas de yoga para niños
Si has decidido iniciar a tu peque en la práctica del yoga, puedes considerar estas posturas, son muy fáciles de realizar, requieren poco esfuerzo y son muy divertidas para los niños.
El perro
Esta postura imita los movimientos de estiramiento de un perro, está diseñada para fortalecer la espalda, los brazos y el abdomen.
Coloca las manos y rodillas sobre el suelo, las manos a la altura de los hombros, coge aire, recuerda exhalar por la boca, empuja contra el suelo para levantar la cadera, relaja la cabeza mirando hacia los pies.
El gato
Coloca las manos y rodillas sobre el suelo, al igual que en la postura anterior. Inhala profundamente y exhala, ahora arquea la espalda y pega la barbilla al pecho, al mismo tiempo que presionas fuerte las manos en el suelo.
El árbol
Con esta postura se puede mejorar el sentido del equilibrio de los peques, al mismo tiempo que se fortalece la espalda, las piernas y disminuye los pies planos.
La postura es de pie, con las piernas juntas, coge una respiración profunda y exhala. Luego, gira una pierna y apoya el pie en la otra pierna hasta apoyarla en la pantorrilla o el muslo, según lo permita tu flexibilidad, extiende los brazos, coloca palmas arriba y comienza a subir los brazos hasta unir las manos sobre la cabeza.
La vela
Es una postura que favorece la relación, eliminando el estrés y la depresión. Nos tumbamos en el suelo boca arriba. Inhala, lleva las rodillas al rostro, apoya tus manos en la zona lumbar. Ahora estira tus piernas hasta quedar en forma vertical.
La cobra
Entre los beneficios de esta postura están el fortalecimiento de la espalda baja y que ayuda a relajar las cervicales.
Nos tumbamos sobre el suelo, boca abajo. Colocamos las manos al lado de los hombros. Coge aire, presiona las manos contra el suelo, levanta cabeza y pecho. Expulsa el aire a través de los dientes. Regresa a la postura inicial.
Los expertos recomiendan iniciar las prácticas una o dos veces a la semana, comienza con sesiones cortas mientras se familiarizan con las técnicas y siempre has lo posible por acompañar a tu peque, vas a ser una importante motivación.
Esperamos que esta información haya sido de tu agrado, y recuerda darnos a conocer tus opiniones o cualquier duda en los comentarios.