La capacidad de valorar lo que somos, celebrar nuestros logros y tener una percepción positiva de nosotros mismos ni se compra ni se vende, ¡se enseña y se aprende! ¿Cómo podemos fortalecer estos juicios a través del juego? ¡Te lo contamos a continuación!
Importancia de reforzar la autoestima en la niñez
Se entiende por autoestima, según la RAE, a la valoración que se tiene de sí mismo. Pero, más allá de este concepto, este término está asociado con la confianza en sí mismo y con la predisposición a creerse competente para afrontar distintos los retos a lo largo de la vida.
Un niño con autoestima alta se siente orgulloso de lo que ha alcanzado, le gusta ser quién es y apuesta porque puede lograr más. Es un niño que se cree capaz y, por tanto, confía en sus habilidades.
¿Por qué es, entonces, tan importante fortalecerla durante la infancia?
- Los peques desarrollan una buena salud mental.
- Ganan confianza.
- Aprenden a comunicarse mejor.
- Manejan mejor la frustración.
- Proyectan mayor seguridad ante sí mismos y ante el mundo
- Prueban cosas nuevas y temen menos a equivocarse.
- Se creen capaces, por tanto, apuestan por lo que quieren.
- Se les facilita tener nuevos amigos.
¿Cómo luce un niño con autoestima baja?
Son varias las características que puede presentar un niño que tiene una percepción negativa de sí mismo:
- Se siente y se muestra inseguro.
- A veces se le dificulta tener buenas relaciones interpersonales.
- Le cuesta confiar en su criterio.
- Al no creerse capaz de lograr grandes cosas, se esfuerza menos.
- Teme exponer sus ideas por miedo a hacerlo mal.
- Muchas veces se siente fracasado o se da por vencido.
Mejorar la autoestima a través del juego
«Autoestima» no es una asignatura más del colegio; es una habilidad que se trabaja diariamente desde casa. Como padres, podemos brindar a nuestros hijos nuevas herramientas para trabajar en su autovaloración a través del juego. Compartimos algunas opciones a continuación:
Autorretratos
¿A quién no le gusta dibujar? Pocos niños dirán “a mí no”, y por eso iniciamos con este juego. Aquí, tu hijo o hija tendrán que destacar sus características más positivas a través del dibujo y, ¿por qué no? ¡De palabras! Un buen recordatorio para nunca olvidar lo que valen.
El adivino
Este juego se hace en grupo. Para jugarlo, los niños deben estar sentados en un círculo, y cada uno tendrá que escribir en un papelito tres atributos de la persona que está a su lado derecho.
Todos esos papeles deben doblarse en dos partes y meterse en un bol o una bolsa. Alguien fuera del juego se encargará de sacar los papeles y leerlos en voz alta. La finalidad consiste en adivinar de quién se está hablando. ¡Podrían sorprenderse!
Yo pude hacerlo
Un juego sencillo, pero efectivo. El padre o la madre debe guiar al niño o niña a hacer juntos una pequeña tabla de colores, para que sea más divertida. La tabla debe tener, al menos, cinco celdas.
Allí, cada integrante de la familia repasará 5 logros que tuvieron durante el día. Además de reforzar su unión, esta actividad permitirá fortalecer su autovaloración a través del repaso de sus éxitos. Una vez al mes vendría bien, ¿no crees?
El frasco de la motivación
El juego consiste en que los padres llenen un frasco con papeles de colores que contengan frases motivadoras. Cada integrante de la familia debe tomar una y leerla en voz alta.
Siguiendo con la onda de los rituales, esta es una actividad que podría realizarse una vez por semana o, tal vez, dos veces al mes, ¡depende de ustedes! Será una buena recarga de energía garantizada.
La tarjeta de presentación
La forma en que nos nombramos dice mucho sobre nosotros. Enseñarles a nuestros hijos a mirar sus atributos desde pequeños es una muy buena idea. Para este juego, debes ayudar a tu peque a crear una tarjeta con su nombre y al menos una característica positiva, para presentarse ante la familia y los amigos. ¡Sencillo, pero ingenioso!, ¿no?
Ahora sí, ¿cuál de todos estos juegos preferirías practicar en casa?
