Cómo motivar a un niño a alcanzar sus metas de forma divertida

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Viajemos juntos al pasado y hagamos un ejercicio. ¿Recuerdas esa escena de Peter Pan en la que el niño que nunca crece le dice a Wendy y a sus hermanos «ahora, pensad que tenéis alas y a volar con el polvo de las hadas?». Pues, aunque suene fantasioso, la motivación funciona en los niños como un polvo de hadas para cumplir sus objetivos. Ese ingrediente mágico puede producirse en casa con acciones sencillas y efectivas para que tus pequeños vuelen. ¿Nos acompañas a hacerlo divertido?

Importancia de incentivar a los niños a establecer metas en casa

La RAE define la palabra «meta» como el «fin a que se dirigen las acciones o deseos de alguien». Como padres, queremos que nuestros peques sean seres humanos funcionales, exitosos y con motivación al logro en un futuro. Por eso establecer algunas rutinas desde corta edad puede ser muy beneficioso para el resto de su vida.

La motivación es lo que ayuda a nuestros peques a ir tras un objetivo. Es lo que les invita a persistir. Es la razón por la que siguen dibujando, practicando algún deporte o estudiando para ser cada día más organizados. De esta forma, tus hijos comenzarán a trabajar en su disciplina, sus hábitos e, incluso, su concentración. Además, es importante recordar que celebrar sus esfuerzos en casa es un gran regalo.

Alcanzando objetivos a través del juego

Cantar para establecer un hábito

El éxito se alcanza a través de la repetición. Y la repetición está relacionada con los hábitos. Si tu hijo o hija es muy peque, podéis comenzar a establecer hábitos desde el amor y con mucha paciencia y diversión.

¿Qué os parece cantar juntos una canción antes de lavarse los dientes por las noches? O tal vez antes de dormir, hacer la cama o ir a comer. La música será la indicación para cumplir con el quehacer, lo que hará que la tarea sea mucho más divertida de cumplir.

Tablero de visualización

Esta herramienta es muy útil tanto para niños como para adultos. Puedes probarla idealmente con niños a partir de los 8 años, una edad en la que los peques se hacen muchas preguntas y comienzan a tener una mayor independencia.

Este tablero consiste en hacer un collage con imágenes que representen sus sueños y anhelos. Es importante tenerlo siempre a la vista, de modo que al observarlo su creador pueda imaginarse ya alcanzando esos objetivos. ¡No se trata de magia, sino de motivación!

Existen varias formas de hacerlo, entre ellas las siguientes:

  1. Tradicional: haciendo recortes en revistas y pegándolos en una cartulina.
  2. Digital: buscando imágenes en internet y estableciéndolas como fonto de pantalla de la computadora de escritorio o el celular.

Tabla de incentivos

¡Esta herramienta nos encanta y a los niños también! ¿Por qué? ¡Porque es divertido jugar y ganar! Especialmente cuando hay alguna recompensa.

Aunque es importante hablar con nuestros pequeños sobre la importancia de cumplir con los deberes del hogar, un poco de diversión en el proceso no le va mal a nadie.

Esta herramienta consiste en hacer una tabla en la que se indiquen los días de la semana y una lista de objetivos o quehaceres. Mientras más metas cumpla, más puntos tendrá tu hija o hijo acumulados en la semana.

Según la cantidad de puntos se les dará una recompensa que le permitirá mantenerse motivado. Algunas de las recompensas pueden ser: ir al parque, comer pizza o cualquier plato que le guste, ir al cine, etc. ¡Depende de los gustos de tu peque!

Si quieres saber un poco más sobre las tablas de recompensa, y poder descargarte algunas tablas para imprimir, visita nuestro artículo sobre Tablas de incentivos para niños.

El sueño del mes

Si quieres dar un salto más allá del tablero de visualización, esta opción nos recuerda que pequeños pasitos hacen la diferencia. Por ejemplo, esta dinámica es bastante simple, y consiste en definir un sueño sencillo hasta transformarlo en objetivo a cumplir.

Antes de comenzar, necesitas una hoja blanca, lápices (o una computadora para escribir e imprimir) y disposición a pasar tiempo de calidad en familia. Los deseos pueden ser desde comprar una camiseta con su propio dinero, aprender a tocar una canción en la guitarra o tener mejores calificaciones en matemáticas.

La magia de esta actividad consiste en que tu hija o hijo pueda ver cómo un sueño o deseo puede transformarse en una meta cuando se evalúan los recursos, se establecen pasos para lograrlo y se fijan fechas para llevarlo a cabo.

Para ello, deberán establecer al menos un par de pasitos semanales que harán la diferencia para lograr su objetivo. Si la meta es alcanzada, ¡es momento de celebrar! Si no se logra en el tiempo previsto, ¡no importa, se estimula a seguir intentando! Así tu peque no solo aprenderá a establecer metas sino a manejar mejor la frustración.

¿Listos para cumplir todas sus metas con estas dinámicas? ¡Inténtenlo!

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